Fantasmas (foto de familia)
"Fantasmas (foto de familia)" parte de la icónica fotografía de Vera Lentz, capturada en los años de violencia política en Perú, donde una pareja encapuchada del MRTA sostiene a su hijo entre armas y un entorno doméstico. Esta imagen, difundida en el artículo titulado Los niños de la guerra, de Eduardo Toche, es intervenida para desarticular su lugar en el archivo mediático y reclamarla como espejo de una memoria personal. Alrededor de la fotografía, se despliegan fragmentos de diarios íntimos, documentos policiales y partidas de nacimiento del propio artista, entrelazados con copias desdibujadas de la escena original. La obra construye así un álbum familiar alternativo, donde lo doméstico se confunde con lo clandestino, y la crianza se enreda en los hilos de la militancia subversiva.
La operación no es solo estética, sino política: al situar su propia historia como hijo de militantes en diálogo con la imagen de Lentz, el artista confronta el relato hegemónico que omite o criminaliza las herencias incómodas. Los documentos oficiales —actas de nacimiento, informes de inteligencia— se vuelven huellas de un Estado que registra, persigue y borra, mientras los diarios fragmentados exponen la intimidad de crecer entre silencios y secretos. La fotografía, ahora intervenida, ya no es un documento de “lo terrorista”, sino un retrato fantasma que interroga: ¿cómo se habita un país que niega tu existencia? La respuesta no está en la imagen, sino en sus grietas: en el niño que carga el peso de su nombre, en los papeles que certifican una vida bajo sospecha, en el acto de nombrar, como resistencia, lo que otros prefieren dejar en la penumbra.
Ficha
Risografía, lápiz de color y tinta sobre cartulina rosa.
42,3 x 32,9 cm c/u (16 en total)