s̶e̶g̶u̶n̶d̶a̶ c̶l̶a̶s̶e̶ 

Curaduría: Carlos Zevallos Trigoso

Los proyectos que componen esta exposición emergen de las indagaciones, preocupaciones y experimentos de Isaac Ernesto durante el tiempo que habitó, como artista en residencia, un espacio en la Cité Internationale des Arts en París, entre octubre del 2023 y enero del 2024. Experiencia a la que accede luego de recibir el primer premio por su participación en la 25ava edición del concurso Pasaporte Para un Artista el año 2022. Cada uno de ellos viene teñido por las tensiones que lo atraviesan tras un reconocimiento que recibe con cautela y cierta incredulidad. 

Viajar a París, como “oportunidad para el desarrollo” de una carrera artística es al mismo tiempo que un hecho (dada la precariedad institucional local), un desafío en el que se enfrentan las potencias del deseo y la exclusión. Un extranjero del sur global en Europa, sea migrante o en residencia, no deja de ser un cuerpo extraño que disputa todos los días su diferencia en una comunidad concebida para los iguales. En este proceso, el hacer artístico aparece ambivalente como mandato y como refugio a través de preguntas, acciones, representaciones y otras cosas que pudo hacer entre derivas y repliegues ante la ciudad. A partir de ello, la figura de una s̶e̶g̶u̶n̶d̶a̶ c̶l̶a̶s̶e̶  configura un lugar desde donde se enuncian estas experiencias, pero que a su vez no termina de cuajar como identidad.

s̶e̶c̶o̶n̶d̶-̶c̶l̶a̶s̶s̶

Curated by: Carlos Zevallos Trigoso

The projects that make up this exhibition emerge from the inquiries, concerns, and experiments of Isaac Ernesto during his time as an artist-in-residence at the Cité Internationale des Arts in Paris, between October 2023 and January 2024. This experience followed his receipt of first prize in the 25th edition of the Pasaporte para un Artista competition in 2022—a recognition he greeted with caution and a touch of disbelief.

Traveling to Paris as a “professional development opportunity” for an artistic career is, given the lack of local institutional support, both a privilege and a dilemma—where the forces of desire and exclusion collide. A foreigner from the Global South in Europe, whether as a migrant or a resident artist, remains a foreign body, constantly having to negotiate their difference in a community designed for sameness. Within this process, artistic practice emerges ambivalently—as both mandate and refuge—through questions, gestures, representations, and other things done in moments of wandering and withdrawal from the city. From this experience, the figure of a person of a second class status becomes a kind of position from which these experiences are voiced—yet one that resists settling into a fixed identity.